Aprovechando que el pasado jueves 22 de abril se celebró el día de la MADRE TIERRA, queremos dejaros una reflexión.

Tras todo el año de pandemia que llevamos arrastrando, todas las reflexiones van encaminadas a la vulnerabilidad del ser humano y la relación que tiene la salud humana con la salud ambiental. Parece ser que somos un poquito más conscientes de la importancia que tiene cuidar a la Madre Tierra para cuidar el ser humano.

Pero, aun así, hay que seguir luchando incondicionalmente para demostrar una y otra vez la necesidad de cambiar costumbres, cambiar sistemas económicos, cambiar prepotencias y soberbias en el ser humano.

Cuando nos excusamos que siendo unos pocos en un mundo tan pequeño no genera cambio y nos bombardean día tras día a mensajes que nos demuestran todo lo contrario, que muchas pequeñas acciones hacen grandes cambios, esa creencia simplemente se desmonta pensando… DORMIR TRANQUILO, MI CONCIENCIA ESTÁ TRANQUILA.

Somos capaces de hacer grandes películas donde los niños en un minuto captan el mensaje, prueba de ello VAIANA- gran película donde además de poder ver el lado guerrero y luchador de una mujer, explica cuales son las consecuencias de utilizar los recursos naturales al antojo.

¿Seremos capaces de devolver el corazón de Te Fiti y levantar la maldición de Te Ka?

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